Muy buenas amigos, como lleváis los fríos de este mes de enero???, espero que abrigados con buena ropa y tomando algo caliente como bien se merece este tiempo. Yo os traigo en esta crónica algo fresco, un viaje en el que pasé frío, no, lo siguiente, pero no os lo voy a contar todo de golpe y porrazo, entonces perdería su gracia, así que os lo iré contando poco a poco en esta entrada, espero que no te la pierdas. Primero empezaré con lo preliminares, para que os hagas una idea de como comenzó todo.
Corría el mes de diciembre, cuando un día tras enviar por whatsapp a un muy buen amigo, una de las últimas rutas realizadas, me comentó que en enero se iría a Pingüinos con un grupo de amigos, la cosa era fácil, yo le daba envidia con mi viaje realizado y el me la daba a mi, jajajajaja. En primera instancia me comento que si sobraban plazas y quería ir que me apuntase, pero claro, las cosa me pillo de sopetón y tardé en pensarlo. Mas adelante un día cualquiera, al ir a comer recibo una llamada de teléfono al móvil, mi amigo Santos, aquel al que yo intentaba darle envidia, me llamaba para decirme que había tenido un percance y que le sería imposible asistir a Pingüinos, que si yo quería ir en su lugar. En un principio cuando ya me sugirió la idea, ganas no me faltaban la verdad, pero me arrepentí de no haberle dicho que si en aquel momento, así que ahora no lo iba a dudar, y me enrole en esta aventura.
El grupo con el que iba a realizar este viaje, era ya conocido, bueno no todos, la verdad, pero eso era lo de menos, ya que si una cosa tiene salir a rodar en moto es que, esta pasión une y eso no iba a ser problema alguno.
A decir verdad, tenia muchas ganas de ir, aun sabiendo que iba a pasar un frío de cojones, con muchas probabilidades de que me lloviese por el camino, de que me nevase, etc, recordaos que la concentración es en el mes de enero en Valladolid, así que creo que con eso esta todo dicho, jajajaja.
Días antes al viaje, tenia que ultimar todo tipo de detalles, hacer maletas, posibles contratiempos que me pudieran surgir por el camino, etc, siendo uno de ellos y quizás el que mas temía, la nieve, así que tuve que comprar dos botes de cadena líquida por si las moscas y unas bridas especiales para usarlas a modo de cadena. Pero de todo esto ya hablamos en nuestra anterior entrada del blog, si quieres saber mas sobre los preparativos, lo que lleve en este viaje, pincha sobre el siguiente enlace:
Motovlog #3 - Pre-Pingüinos 2018.
PRIMER DÍA: ALMERÍA-VILLENA (ALICANTE)
Anteriormente se me paso decir, que con el grupo que realizaría este viaje, son de Villena (Alicante), si, aquel pueblo en el que vivimos durante un tiempo, por lo que me tocaría subir hasta dicha localidad para el día siguiente salir ya de ruta con el resto del grupo.
La ruta a seguir era ya mas que conocida, eso si, tenia que hacer una pequeña parada en Elche para recoger unas cosas, en una de las tiendas de la citada localidad, concretamente en el Decathlon, jajaja.
Salí no muy temprano de casa, ya que iba con tiempo mas que de sobra, hacia algo de frío, pero soportable, lo único que me preocupaba era el viento, que este día soplaba con bastante fuerza, lo que me haría ir con mas precaución en la carretera.
Este viaje, cosa que también se paso antes comentar, lo realice solo, mi mujer por motivos laborales tuvo que quedar en casa, se que le hubiese gustado venir, porque todo lo que sea montar en moto le fascina, así que como ya sabréis mas de uno, el tema de las fotos va a estar algo corto, pero aun así, intentare trasmitir lo que yo en este viaje viví.
Pónganse el casco señores y agárrense bien que comenzamos.
El viaje hasta a Villena fue de lo mas tranquilo, salvo por el viento y por dos contratiempos. Con el viento ya contaba, así que no me preocupaba demasiado, uno de los contratiempos, es que a la altura de Lorca (Murcia), un vehículo que iba delante de mi, no dejaba de dar bandazos de un lado a otro de la calzada, ocupando a veces incluso los dos carriles, cuando adelante a dicho vehículo, me di cuenta de que el conductor iba escribiendo con el móvil, pa darle un sartenazo, pero se hizo justicia, al ya rebasarlo, me dio por mirar por el espejo y vi como el coche rozaba contra el guardarrail uno de sus laterales. Merecido o no, le servirá de escarmiento para un futuro no hacer uso del teléfono móvil mientras conduzca. No es por hacer campaña ni mucho menos, pero reconozco que cada vez que salgo a la calle con la moto solo veo que imprudencias varias.
El otro pequeño contratiempo me paso en Elche, lo contare rápido sin entrar mucho al tema. Tras recoger la compra realizada por Internet, estoy junto a la moto, poniéndome en el casco y el GPS a la moto, cuando de la tienda sale a toda prisa una mujer sudamericana con un carricoche, detrás de ella una de las dependientas corriendo llamándole la atención. Dos pensamientos cruzaron mi cabeza, se le olvido algo en la tienda o esta robando, entonces mi sentido arácnido salto de momento, esta robando, por lo que salí corriendo detrás de ella, hasta detenerla y poco mas, me salió el ardor guerrero, jejejeje.
Llegue a Villena sin ningún contratiempo mas, excepto mucho, mucho viento y frío, jajajaja.
Aprovecho la tarde para ver a viejos amigos de allí y a las 19:00 quedamos el grupo para tomar unas cañas y hablar sobre el itinerario a seguir, etc, ya sabéis, que las cosas con una cerveza en la mano se ven mucho mejor.
SEGUNDO DÍA: VILLENA (ALICANTE)-SIMANCAS (VALLADOLID)
Amanece en Villena, y lo hace con una temperatura de 1º, así que imaginaos el viajecito que nos esperaba. El punto de encuentro, como de costumbre, la gasolinera de La Morenica. Ya esta todo listo y ya no cabe la posibilidad de rajarse, el fin de semana promete y si, un servidor se fue a Pingüinos.
La ruta a seguir es la siguiente.
Unas fotos antes de salir e iniciamos el viaje.
A media mañana hacemos una pequeña parada en Honrubia, donde pararíamos a almorzar, unos bocadillos y unos refrescos nos llenarían el buche hasta bien entrado el medio día. En esta parada aprovecharíamos para repostar las motos, aunque la verdad es que a la mía no le era de momento necesario el repostar, tan solo había gastado medio depósito desde que salimos de Villena, cuando el resto ya iban pidiendo caldo, jajajaja, aun así, repostamos por si las moscas, estiramos un poco las piernas y charlaríamos un poco sobre el puto frío que hacía.
En dicha estación de servicio, se me acerco un chaval con una CBR, que venía de Burgos, el cual me comentaba que pasado Madrid, la carretera estaba llena de nieve, ya que había subido a Somosierra para hacer unas fotos, él iba de camino a Alicante, era gracioso, el huía del frío y nosotros de camino a pasarlo mal, jajajajajaja.
Siguiente parada, pasado Madrid, donde volveríamos a repostar las motos, yo mas de lo mismo, pero ya sabéis, por si las moscas, jajajaja. En esta ocasión aprovecharía para sacar un par de fotos.
Haré unas pequeñas presentaciones, aunque a la vista esta que no hace falta. De izquierda a derecha una Suzuki V Strom 650, la mía ya la conoces de sobra, una Kawasaki GTR1400, la siguiente una BMW K1200 R Sport, junto a ella otra BMW, esta vez la S1000XR y por ultimo, una Ducati Multistrada.
Una última foto y continuamos.
La siguiente parada la haríamos en Peñafiel (Valladolid), donde pararíamos a comer en un bar a pie de carretera. Tengo que decir que una vez llegados a la provincia de Valladolid y mas concretamente a la N-122, pudimos ver un goteo constante de motos, de todas las marcas, modelo y colores.
Dejamos las motos a pie de carretera y cierta persona se queda anonadado observando mi moto, quizás quiera cambiar a una moto de verdad, o quizás sea menos preciando los 160 cv de la Poderosa, jajajaja, pero ni lo uno ni lo otro, al final le pasa lo que a mi, que me gustan todas y como por mirar, hasta el momento no te cobran, pues ale, a mirar.
Desde nuestra posición podemos observar el castillo de Peñafiel, el cual se alza en lo mas alto de la colina. A sorpresa mía, según me comentan, Peñafiel esta hermanada con Villena, cosa que desconocía por completo la verdad. De lo que si que se, es que de camino aquí, tanto a un lado como al otro pudimos ver bodegas, bodegas y mas bodegas, completamente normal, estamos en tierra de vinos, concretamente sobre la denominación de origen Rivera del Duero, así que imaginaos, vino, cate poco, pero los ojos se me iban de un lado para otro, así que mucho me temo que tendré que volver con mas detenimiento.
No me digáis nada, ni se lo contéis tampoco a mi mujer, pero un platico de estos me casque entre pecho y espalda, bueno yo solo no, entre todos, jajajajaja.
Fotito en el cartel de Peñafiel que no podía faltar.
Ahora de otro lado.....
Y una última a la Poderosa, la cual se esta portando de escándalo a pesar del frío, el agua, la nieve y sal repartida por la carretera por las quitanieves. Bien se merece un lavado a fondo cuando concluyamos este viaje.
Bueno señores ahora si que si, estamos en PINGÜINOS. Tras buscar aparcamiento para las motos y registrarnos, accedemos al interior del recinto para dar una vuelta y ver que se cuece por el lugar. Tengo que decir que todo el aparcamiento estaba embarrado, bueno mas bien con la tierra blanda de tanta agua, así que a la hora de poner las patillas a las motos, no se si fue cosa de la organización o no, había por todo el aparcamiento, pequeñas tablillas de madera para ponerlas debajo de la patilla, para evitar el hundimiento de las mismas y la consecuente caída de la moto al suelo. Por suerte, días antes de venir, equipe a la moto con un soporte de patilla nuevo, algo mas ancho, para impedir estas cosas, jejejeje.
Toca dar una vuelta por el recinto.
La primera parada la hacemos en una falla, en la que podemos leer Pingüinos 35 aniversario y como no, coronando en lo mas alto una moto con los números 12+1, en homenaje a Ángel Nieto, el cual como bien sabéis nos dejo el año pasado.
Continuamos por la plaza de la concentración, donde podemos ver un poste con diversos lugares y los kilómetros para llegar a los mismos. Yo no digo na, pero uno de ellos lo tengo en mente desde hace muchos años.
Aquí si o si tenia que caer la foto de rigor.
Una pequeña foto con nuestro colega Pingüino, aunque no seria el único del grupo en hacerse fotos, jajajajajajajajaja.
Anochece en la concentración, nosotros aun con las maletas llenas con todos los bártulos, toca ahora ir al hotel a darnos una ducha de agua calentita, cenar algo y descansar, que el viaje fue largo, duro y frío. El lugar escogido para pasar la noche fue un alojamiento rural llamado Casa Arrabal en la localidad de Simancas, a muy pocos kilómetros de la concentración. Muchos dirán que ir a Pingüinos y pasar la noche fuera de la concentración no es ir a Pingüinos, pero bueno, yo tan solo digo que después de un viaje como el que hemos tirado, necesitábamos descansar, cosa que en la concentración, entre ruidos de motos al corte, frío, y muchos etcéteras poco íbamos a descansar, así que preferimos quedarnos aquí. Lugar ya conocido por mis acompañantes y ahora puedo decir que 100% recomendado, el trato fue excelente, bueno mas que excelente la verdad, solo se me ocurren cosas positivas sobre el lugar y sus dueños.
El trato fue tan bueno que nos sentimos como en casa, por lo menos yo, incluso la dueña se ofreció a enseñarnos la bodega de la casa, la cual es una autentica pasada. Falta el vino, lo se, pero también se le dan otras utilidades a estas bodegas, sobre en todo en fiestas.
La de años que tendrán estas bodegas.
En esta apenas se aprecia, decir que solo fue iluminada con el flash de la cámara, pero la idea os la cuento yo rápido, era captar un manantial de agua que nace al final de esta pequeña cavidad, a la derecha.
Continuamos hacia otra parte de la bodega, esto son como laberintos.
Dejamos el hotel y damos una vuelta por el pueblo, pasamos por su Plaza Mayor y por la puerta de la iglesia, buscando un restaurante para cenar algo.
Una vez en el restaurante y ya acomodados, afloran los sentimientos....
.....afloran los sentimientos al degustar esta magnifica cecina de León, un queso de la tierra y como no regado con un muy buen vino, que le vamos hacer, estamos en tierra de viñedos, así que por lo bien que lo hemos hecho un buen vino pa el pecho, jajajajaja.
Un brindis por estos fenómenos, que grandes.
Para cenar, unos platicos al centro.
Después de una buena cena, una caminata para bajar la cena, no era plan de acostarse recién comido, así que andando, andando, dimos con una terraza de invierno, si, si, habéis leído bien, terraza de invierno, en verano será terraza de verano, pero en estas fechas, no veas el frío que pegaba, jajajajaja. El caso es que ya que dimos con el lugar, nos tomamos un digestivo para contrarrestar los ardores de la cena, por suerte tocaba el Señor Algo, los cuales se partieron sobre el escenario, muy buenos, así que nos hicimos una foto con el guitarrista del grupo.
DÍA 2: DESFILE DE LAS BANDERAS Y TURISMO POR VALLADOLID
Amanece en Simancas y lo hace como no, con frío, tanto que se me quitaban las ganas de coger la moto, la verdad. Antes de salir del pueblo, mis compañeros de equipo se ofrecen a enseñarme algo del pueblo, pero rapidito para ir a la concentración ya que por la mañana se celebraría el desfile de las banderas.
Empezamos viendo el Río Pisuerga desde un mirador, desde el cual tenemos una muy buena panorámica. Saco la cámara de fotos y realizamos un par de fotos, os dejo con ellas.
Continuaríamos visitando la Plaza Mayor del pueblo, la misma que la noche de antes la vimos iluminada, la cual me resulto muy bonita por cierto.
Seguidamente me llevaron a ver esta estatua, que relata la historia del pueblo y sus siete doncellas, si quieres saber algo mas sobre el pueblo y sobre su historia, pincha
aquí.
En la siguiente foto podéis ver el archivo general de Simancas, sinceramente leí poco sobre el, bueno algo por Internet, no os voy a engañar, así que os dejo a vosotros mismo que indaguéis sobre el lugar si os llamó la atención o que me dejéis alguna opinión en los comentarios. Yo solo dije que no había dragones ni cocodrilos en su foso, jajajaja.
Desde Simancas, nos desplazamos al lugar de la concentración, donde nos uniríamos al desfile de las banderas. Una foto antes de salir. Por cierto los dos de la derecha no trabajan en la carretera, son trajes de agua, jajajajaja.
Tengo que decir, que mientras esperábamos a que iniciase el citado desfile, se me acerco un miembro de la organización, para preguntarme si iba solo en la moto, a lo que le conteste que si, preguntándome si no me importaba llevar a un cámara de televisión conmigo. En primera instancia, accedí a ello, pero si os soy sincero, el cámara no llevaba casco, por lo que ante todo seguridad, le dije que sin casco no se montaba, por lo que se marcho a toda prisa buscando un casco, mas tarde lo vería subiendo a otra moto sin casco, así que nada, estuve a punto de saltar a la fama y chupar cámara a tope, jajajajaja.
Esto de ir solo en la moto, se me hace raro, que pocas fotos, jajajajajaja.
Un alto en el camino, mucha de tantas, ya que cada dos por tres nos deteníamos debido a la cantidad de motos que había.
Finalizado el desfile de las banderas en el centro de la ciudad, aparcamos en una calle habilitada solo y exclusivamente para las motos, que estaba repleta. Nos dirigimos al meollo donde había una zona para varias exhibiciones de stunt, que nos dejaron con la boca abierta, sobre todo al realizar los trucos lloviendo a mares, como estaba, pero claro, haber quien era el guapo que se movía de allí, vinimos a Pingüinos a pasar frío y mojarnos si era preciso y así fue, nos comimos todo el espectáculo, el cual estuvo increíble, eso si, una lástima no haber hecho ninguna foto ni siquiera con el móvil, pero tranquilos en nuestro canal de YouTube podéis ver el vídeo de lo que fue nuestro viaje a Pingüinos, donde si podréis ver muchos de los trucos realizados, no todos pero si unos cuantos.
Finalizadas las exhibiciones, nos marchamos a comer, dimos una pequeña vuelta por la ciudad en busca de un restaurante, también recomendado por los compañeros. Así que de camino al lugar hacemos un par de fotos de los diversos lugares por donde pasábamos.
En esta foto vemos la Plaza Mayor de Valladolid, en las siguientes la catedral y una ermita justo al lado, llamada Santa María de la Antigua.
De camino a por las motos, atravesamos el parque de Campo Grande, repleto de patos, ocas y pavos reales, intente coger uno, pero corrían mas que yo.
Tras un breve paseo en moto, llegamos de nuevo a la concentración. Entramos con mucho cuidado, porque con la lluvia caída, estaba todo embarrado y las motos patinaban que no veas. Mola la foto, verdad.
Veníamos con el cuerpo helado y empapado, al menos yo, me acerque a uno de los puestos a por un caldo pingüinero, el cual esta super bueno, para mi gusto, eso si, sin el vino dulce que le ponen y además calentito, calentito.
Seguimos dando vueltas por la concentración y haciendo el moñas.
Una foto del escenario.
Si digo la verdad, había miles de motos a las que hacerle fotos, pero me llamo la atención esta, creo que se trata de una BMW K100, si no me equivoco, así que me guardo la foto, por si en un futuro me da por agenciarme de una y dejarla mas o menos igual.
Poco a poco se iba llenando esto de gente, tan solo necesitaban algo de calorcito na mas.
Yo mientras sigo dando vueltas con los chicos de la limpieza, jajajajajaja.
Iba oscureciendo y se acercaba ya la hora de la cena, así que nos fuimos derechitos a la carpa donde repartían la cena. Fuimos algo temprano, porque dentro de un rato comenzaba el desfile de las antorchas.
Recogida la cena os comento un poco. Esta magnifica cena pingüinera consta de un vaso de agua o de vino (yo elegí agua, ya que tendría poco después que coger la moto), un mendrugo de pan, una empanadilla muy buena para ser de tipo bollería industrial, un yogur y el plato estrella, un estofado de carne, el cual me sorprendió para bien, porque estaba para mi gusto, tremendamente bueno, lástima que no me dejasen repetir, jajajaja. Mis felicitaciones a los cocineros/as, ahhh por cierto, el cuenco te lo podías quedar, así que nos fuimos derechos a los aseos para lavarlo y echarlo a la mochila.
Llego la hora de coger de nuevo las motos y salir pitando para el centro de Valladolid, donde tendría lugar el desfile de antorchas, pero...........nos los perdimos. Tuvimos un pequeño problema de orientación con el GPS, nos perdió por la ciudad, por el camino, se unió al grupo una pareja que también andaba algo perdida y ya por último, vimos un accidente de tráfico, un motorista se fue al suelo por razones que desconocemos, el caso es que tuvimos que pararnos a dirigir un poco el tráfico y como no ayudar al pobre chaval a sacar la moto de la carretera, por suerte solo tuvo que lamentar daños materiales, fue el susto y poco mas.
Como dije anteriormente llegamos tarde, pero no por eso íbamos a dejar de dar una vuelta por la cena y contemplar esta tremenda plaza.
Se mascaba la tragedia. Por el frío de estos días, mi cuerpo dijo basta, tuve que buscar una farmacia para comprar unas pastillas, ya que tenía el frío en el cuerpo, me dolía todo y no me encontraba muy bien, tenía la garganta que parecía los pies de otro. El tragar era como si de mil agujas se tratase, cosa imposible.
Desde la Plaza Mayor de Valladolid, regresamos al hotel, donde nos dimos una ducha de agua calentita al máximo, yo no entraba en calor y decidí quedarme en la habitación, ya que empecé a tener fiebre, mierda pa mi. Mis compañeros si salieron a cenar, cosa que después me arrepentiría, porque como bien me dijeron, que si he de morirme esa noche o al día siguiente, que por lo menos disfrutase, pero ya tarde, me quede con ganas, pero mi cuerpo estaba roto.
TERCER DÍA: SIMANCAS (VALLADOLID)-ALMERÍA
Amanece en Simancas, y lo hace con más frío. Yo me levante muerto, pasé una noche de mil demonios, me pegue la sudada del siglo y mi garganta no mejoró nada, todo lo contrario.
Nos despedimos de los dueños del hotel, a los cuales les quiero agradecer el trato recibido, haciéndoles saber que espero volver en breve, que me encanto el pueblo, su casa y como no, ellos. Seguidamente tras haber recogido todos los bártulos y haberlos metido en las motos, partimos hacía casa, pero antes desayunamos un poco para coger algo de fuerzas.
Yo tenía muchos pájaros en la cabeza, porque quería hacer la vuelta por la nacional, parando en mil sitios para hacer fotos y esas cosas, entrar en Ávila, etc, pero mi estado físico era pésimo.
La ruta de camino a casa, sería la siguiente, aunque si lo se la hago por donde vinimos, así me hubiese evitado, algún que otro disgusto y susto.
Dado, mi estado de salud y que el recorrido lo hicimos del tirón, pocas fotos os puedo enseñar, pero si os digo que nuestro canal de YouTube podéis ver un pequeño vídeo de lo que fue la vuelta.
Aún así, os lo resumiré brevemente. Por la autovía, nos llovió un poco, de momento no veríamos la nieve hasta llegar a las provincias de Segovia y Ávila, donde ya si nos nevó, no mucho, pero lo suficiente como para aminorar la velocidad y extremar precauciones, y más si ibas con fiebre, la garganta hecha una mierda y con dolor en todo el cuerpo, eso sin olvidar el frío.
Nos adentramos en la AP-6, donde días antes se habían quedado cientos de conductores atrapado por la nieve, por suerte, dicha autopista estaba despejada, no como la nacional por donde yo quería venir. Pagamos el peaje, y pasamos por el túnel de Guadarrama, deteniendo la marcha una vez entrados en la provincia de Madrid, para pegar un bocado.
Llegaron las horas de las despedidas, unos marchaban por la A-3 camino de Villena (Alicante) y yo lo haría por la A-4 camino de Almería. Intente grabar un vídeo haciendo una breve despedida, pero ya os digo que me salió como el culo, estaba tan derrotado que no atine a los botones de la cámara, eso añadiéndole que me quede sin batería nuevamente.
En la M-50 nos dividiríamos, tocándome a mi, la peor parte del viaje.
Pare a comer en casa de unos amigos, los cuales hacía tiempo que no veía, insistieron en que me quedase a dormir, cosa que se lo agradecí, pero de lo que tenia realmente ganas era de llegar a casa y descansar, así que valiente de mi, calcule las horas, pensé, si Almería-Madrid son 6 horas, si salgo a las tres, para la hora de cenar estoy en casa, Y UN MOJON, jajajajaja.
Un par de fotos en una glorieta donde había un estabilizador y timón de cola de un Airbus, creo que son estas partes del avión, no se.
Salí de Madrid lloviendo un poco, pero nada, como suelen decir en mi pueblo moñizneando, hasta que llegue a la provincia de Ciudad Real, donde comenzó a llover, una ligera lluvia fresquita para que no me olvidase de que iba reventado. No era el único que iba de regreso a casa, el chorreo de motos en gasolineras, áreas de servicio y carretera era constante.
Y llegamos a Andalucía, fue cruzar el desfiladero de Despeñaperros y el diluvio universal apareció, menuda forma de llover. Pase por varios túneles donde podía ver a varios motoristas resguardándose de la lluvia, así que ya os podéis imaginar, lloviendo a mares, mucho frío, y yo empapado, etc.
Fui a parar en una gasolinera para repostar y llego la tragedia. Me salgo de la autovía para entrar en la gasolinera y al ir a parar, cuando voy a poner la pata de cabra a la moto, me voy al suelo, estaba tan congelado que no atinaba a ponerla y estaba tan encogido que no os podéis hacer una idea. El muchacho de la gasolinera, vino corriendo ayudándome a levantar la moto, menudo panorama, por suerte la moto no sufrió ningún daño y yo tampoco. Tras poner gasolina a la moto, entrar al baño, pagar y poco mas, le pregunte al chico de la gasolinera que como estaba la carretera de Iznalloz, si había nevado o algo, el cual me dijo que podía pasar sin problema, así que me puse al lío.
Llegando a Iznalloz, la lluvia paso a ser nieve, una nieve tan intensa que la cúpula de la moto se congeló, no pudiendo ver nada a traves de ellas, al igual que la visera del casco, por lo que me tuve que levantar la mentonera si quería ver algo, menuda manera de nevar. Pocos vehículos circulaban por la zona, la verdad, pero a pocos metros delante de mi, pude ver unas motos paradas en el arcén, se trataba de un grupo de tres motoristas que iban también camino de Almería, estaban parados ya que uno de ellos a consecuencia de la nieve se fue al suelo, teniendo que lamentar tan solo daños materiales en su moto.
Seguía nevando a tope, tanto que creo que hasta lloré, jajajajaja, mi ritmo de viaje pasó a ser tan lento, que me dio por pensar que no llegaría a mi destino. Iba todo el camino en primera y segunda, con los cuatro intermitentes puestos y arrastrando los pies por el suelo, así que imaginaos, menuda odisea.
Al llegar a la autovía, los compañeros de tráfico desviaban todos los vehículos a una estación de servicio cercana, por suerte pudimos continuar el camino muy, muy despacio detrás de una quitanieves hasta el cruce de Dolar (Granada), eso si, en segunda todo el camino. Un trayecto que se tarda aproximadamente veinte o treinta minutos, tarde cosa de una hora y pico larga. Cuando ceso la lluvia, puse el turbo, a la altura de Fiñana, ya en la provincia de Almería, estaba congelado, mojado y el dolor de mi cuerpo casi que se me había pasado al pensar en el calorcito de Almería y que ya mismo estaría en casa dándome una ducha de agua hirviendo, jajajajajaja.
Al llegar a casa, casi que me da por soltar mas lágrimas, no veas, menudo viaje. Para mi creo que quedará como una de esas salidas que no olvidare jamás, tanto por lo bien que lo pase, así como por lo mal que lo pase también, jajajajajajaja. Seguidamente, tras sorprender a mi mujer, guarde la moto en la cochera, la pobre parecía que había venido del Dakar (eso quisiera yo, ir al Dakar), no quite ni las cosas, me fui a la ducha y a la cama. Al día siguiente estaba reventado y me estado de salud había empeorado un poco más. Tuve que ir a visitar al medico de urgencias, el cual al verme la garganta casi que me vomita encima, tenia tanta placas de pus que parecía una tostada de Philadelphia de esas, jajajajaja, la campanilla no me entraba en la boca, por lo que recibí un par de pinchazos en el culete, jajajaja, pero tranquilos, sigo vivo, las placas de pus me duraron un par de días y las ganas de volver a Pingüinos no se me quitaron, todo lo contrario, ahora cada vez que hace mal tiempo me dan ganas de sacar la moto y dar un paseo, creo que me he convertido en un tío macho, un tío recio, jajajajaja.
Pues nada, esta es toda mi aventura de Pingüinos 2018, saldada con un total de
1.776 Km, y con la cabeza llena de buenos momentos. Quiero dar las gracias a mis compañeros de aventura Pedro, Ricardo, Juan Carlos y Pepe, por aguantarme durante todo el viaje, sois muy grandes y espero que pronto nos volvamos a juntar de nuevo para rodar, que me lo pase en grande, eso si Pepe, si estas leyendo estas lineas, ponle a tu moto unos puños calefactables y deja las manoplas esas en casa, que te tiraste todo el camino con los cuatro intermitentes puestos y dándole al pito, jajajajajaja, me parto yo solo cada vez que lo recuerdo.
Y por último a Santos, cuídate y mil gracias por estar donde estas, que gracias a ti pude disfrutar de esta bonita experiencia y de tener la moto que tengo, la cual me da muy buenos momentos, no como el hierro ese que tu tienes que esta mas tiempo en el suelo que rodando, jajajajaja.
Un abrazo a todos ellos, se os quiere. Que la fuerza os acompañe.
Bueno amigos, os dejo con la tabla de gastos.
Combustible repostado y lugar:
|
Lugar
|
Importe
|
Litros
|
Euros/litro
|
La Cañada (Almería)
|
22,02 €
|
16,86
|
1,306
|
Villena (Alicante)
|
25,58 €
|
19,75
|
1,295
|
Atalaya del Cañavate (Cuenca)
|
15,01 €
|
11,59
|
1,295
|
Venturada (Madrid)
|
15,02 €
|
11,74
|
1,279
|
El Pinar (Valladolid)
|
19,80 €
|
15,85
|
1,249
|
Tembleque (Toledo)
|
24,00 €
|
18
|
1,333
|
Iznalloz (Granada)
|
19,01 €
|
15
|
1,267
|
Total
|
140,44 €
|
108,79
|
-
|
Total de gastos:
|
Gastos
|
Total
|
Alojamiento
|
50 €
|
Entrada
|
25 €
|
Bote
|
150 €
|
Peaje/Parking
|
-
|
Souvenir
|
-
|
Otros*
|
-
|
Combustible
|
140,44 €
|
Supermercado
|
1,79 €
|
Total
|
387 €
|
Todas las fotos fueron realizadas con:
- Nikon Coolpix S2500.
- GoPro Hero3 Black Edition.
- Huawei P9 Lite.
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GRACIAS.
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Pd: Por menos de 300 Km no saco la moto.
