domingo, 29 de diciembre de 2019

CANTABRIA INFINITA (Vol. 4)

Muy buenas amigos, ya estamos de nuevo por aquí para continuar con nuestro viaje por tierras cántabras así que sin mucho tardar empezamos.

Si nos acabas de conocer y no quieres perder el hilo de este viaje, te dejo los enlaces anteriores, tan solo tienes que pinchar sobre ellos.




- DÍA 4:  REGIÓN DE LIÉBANA

Amanece en Santander, de momento no llueve, el telediario anunciaba fuertes lluvias, pero ya os digo, de momento ni gota, ahora que mas tarde otro gallo cantaría, pero eso más adelante, jajajajajaja. Arrancamos la moto y nos vamos.

La ruta a seguir sería la siguiente.
Hoy toca visitar la región de Liabana, donde haríamos un par de paradas, pero primero tendríamos que llegar, de momento un poco de aburrida autovía.

Esta ruta para otro día y ya os estoy adelantando demasiado, jajajaja.

Algunas de las fotos aburridas de la autovía son estas.




Hasta los túneles son bonitos por aquí.


Aquí dejamos la autovía, ya que días antes hablando con mi madre nos recomendó visitar una zona cercana, por lo que nos desviamos un poco de la ruta que en un principio teníamos planeada, aunque eso si, nos daba algo de miedo ya que la moto estaba casi en reserva, solo hacíamos nada mas que subir y subir, y no veíamos ninguna gasolinera, jajajajaja.

Dejamos la carretera principal para coger una comarcal o local, ya que la pinta que tenía no veas, la carretera estaba en buen estado, lo único es que con las lluvias de esos días y las vacas de la zona, pues como que estaba todo embarrado y de boñigas de vaca, por lo que tendríamos que extremar las precauciones al máximo. 
La verdad sea dicha, Cantabria sorprende en cada curva.

Algunos ya sabréis a donde nos dirigimos.
Correcto, a las Cuevas El Soplao.
En un principio íbamos sufriendo por el tema de la gasolina, pero llegamos a un punto que ya no tenía gracia, se nos encendió la luz de la reserva y estábamos a tomar por culo, cuando viajas estas cosas pueden suceder, tiene que ser uno previsor y nosotros no lo fuimos, jajajajajaja, por suerte aguantamos.

La carretera no tenía fin, empezamos a pensar que tal vez nos hubiéramos equivocado en algún desvío, pero continuamos, dimos más vuelta, que le vamos hacer, al menos vimos la cara norte de esta montaña.


Aunque a veces veíamos la carretera y nos dábamos por perdidos si o si, jajajajajaja.

Algunas fotos sacadas durante el trayecto.



Incluso paramos a preguntar a un habitante de la zona, jajajajaja, 

Muy amablemente nos dijo que no estábamos perdidos, que estábamos en Cantabria, concretamente en la región de Liébana, jajajajaja.

Esta simpática vaca se llama Tuda, el nombre viene de su raza TUDANCA y os contare algo sobre ella. La raza toma el nombre de su lugar de origen y expansión, el valle montañés de Tudanca en los Montes Cantábricos. Esta raza bovina destaca por su importante papel en el mantenimiento de la biodiversidad del medio, así como por el aprovechamiento de los recursos pastables infrautilizados por el resto de razas de ganado que coexisten con ella en esas tierras. De temperamento fuerte, son conocidas sus reacciones como el “genio de las tudancas”, herencia de sus antepasados como animales de tiro.

Es de reseñar su elevada participación en Certámenes Ganaderos, Ferias y Concursos ganaderos que se realizan a lo largo de la región, destacando la Feria del Tudanco en Cabezón de la Sal, en Cantabria. El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a la raza bovina Tudanca en el Grupo de Razas Autóctonas en Peligro de Extinción. Estos animales se caracterizan por ser de perfil ortoide, eumétricos con desviaciones hacia la elipometría suave, mesolíneos, con poca masa muscular y buen hueso. Presentan ojeras blancas, moña o tupé poco poblada de color oscuro y orejas pequeñas, muy móviles y ribeteadas de pelos largos de color amarillento. Los cuernos son de sección ovoide y sufren varias torsiones, para terminar en las hembras dirigidos hacia arriba .

Ambos sexos nacen colorados, pero en torno a los tres meses van cambiando hacia su capa definitiva, presentando un gran dimorfismo sexual, con degradaciones en diferentes partes de su cuerpo, los machos adultos son de color negro, con pelos blancos bordeando el ojo y el hocico, y las hembras se catalogan en dos capas diferentes que varían entre negro, grisáceo y blanco que puede ser “hosca” o “josca” (pelo negro desde la base hasta cerca de la punta, que es de color blanco) y “tasuga” (pelo negro desde la base hasta la mitad y el resto blanco, resultando el conjunto de aspecto azulado).

El sistema de explotación que sigue es mixto de pastoreo y estabulación, típico de las razas de montaña, dependiente de la climatología del lugar. Durante los meses calurosos su alimentación se centra en los recursos pastables que ofrecen las cotas altas de las montañas, mientras que durante el invierno se basa en el suministro de heno de hierba. Asimismo, la reproducción se programa para que los partos sucedan en invierno y, posteriormente, madre y cría aprovechen el mejor brote herbáceo de la primavera.

Su aprovechamiento ha derivado, en el transcurso de los años, hacia una producción exclusivamente cárnica. Actualmente su producto más cotizado es el ternero pastenco, de 5-6 meses de edad y 120 -130Kgs. de peso vivo al destete. Mientras que el vacuno mayor ocupa un discreto segundo plano como res de abasto.

Datos extraídos de https://feagas.com/

Ya nos queda menos para llegar.

Pues eso, que por aquí andábamos.

Un par de curvas más y llegamos.

Bonita señal.

El recinto se encuentra en lo alto de la Sierra de Arnero, entre los municipios de Valdáliga y Rionansa, a una altitud de 540 metros sobre el nivel del mar.  Nada más llegar nos reciben estos tres mineros, los cuales hace recordar el pasado de estas minas.


La verdad es que desde aquí las vistas a los Picos de Europa son una autentica pasada, más tarde aprovecharemos para hacer un par de fotos.

Aunque algunos no pierden el tiempo.


La moto la dejaríamos aparcada en una zona privilegiada, más que nada por las vistas de la zona, no por otra cosa.

Nos acercamos a la ventanilla para sacar las entradas, tenemos suerte de llegar a tiempo, ya que el siguiente pase sería una hora más tarde y no nos hacía mucha gracia tener que esperar. La entrada para dos personas nos salió por 25 €.

Al entrar visitamos la tienda de regalos, donde pillamos un par de souvenir de recuerdo. Tras dar el aviso de que en breve comenzaría la visita guiada, recorremos un pequeño túnel el cual nos lleva a un anden, donde nos esperaría un tren para llevarnos al interior de la cueva.


Nos subimos a una de las vagonetas y empezamos la ruta.

Esta es la locomotora, tecnología punta de la NASA.

Al final de esta vía se encuentra la cueva.

Siento no poner ninguna foto del interior de la cueva, pero estaba prohibido sacar imágenes de la misma, por lo que me puse a buscar por YouTube y encontré el siguiente vídeo, el cual habla muy bien sobre la cueva.

Como dije antes, no se podían hacer fotos o grabar dentro de la cueva, en Internet podéis encontrar infinidad de fotos y vídeos, como nosotros no sacamos ninguna, os contaremos un poco sobre las cuevas. El Soplao es una cueva situada en los municipios de Herrerías, Valdáliga (pueblos de Labarces y Roiz) y Rionansa (pueblo de Celis). Es considerada una cavidad única a nivel mundial por la calidad y cantidad de las formaciones geológicas (espeleotemas) que alberga en sus 20 kilómetros de longitud total, aunque solo 4 están abiertos al público. En ella se encuentran formaciones poco comunes como helíctitas (estatalactitas excéntricas que desafían la gravedad) y draperies (sábanas o banderas traslúcidas colgando del techo). Las rocas sobre las que se desarrolla el karst que da lugar a la cueva datan del Mesozoico, concretamente del periodo Cretácico, hace 240 millones de años.

La cavidad fue descubierta accidentalmente durante las labores de perforación minera siendo aprovechada posteriormente para la extracción de minerales (en la visita guiada se accede únicamente a dos de las ocho galerías). Los mineros denominaban soplaos a las cavidades kársticas que cortaban en sus trabajos y que creaban fuertes corrientes de aire. Durante su explotación, muchas familias de la zona se sustentaban con los ingresos que obtenían de esa actividad minera, compaginada con la ganadera. Tras décadas de abandono, la espeleología, y en concreto el «Speleo Club Cántabro», S.C.C., desde el año 1975,2​ descubrió su auténtico valor geológico.

El 1 de julio de 2005 el Gobierno de Cantabria la abrió al público​ después de acondicionar su interior y alrededores para el turismo. Se llega a la entrada de la cueva en un tren minero y el recorrido comienza en una antigua galería de la mina.

El sitio está propuesto como «Lugar de interés geológico español de relevancia internacional» (Global Geosite) por el Instituto Geológico y Minero de España, con la denominación «UR004: Yacimiento de Zn-Pb de La Florida y Cueva del Soplao» , dentro del contexto geológico «Mineralizaciones de Zn-Pb y Fe del Urgoniano de la cuenca vasco-cantábrica».

El Soplao es un entramado de grutas muy extenso y desarrollado en varios niveles. Los nombres de las galerías fueron puestos en la década de los ochenta durante las primeras expediciones del Speleo Club Cántabro y son los siguientes:

Galería de los Fantasmas: Se trata de una sala natural que destaca por la cantidad de gruesas formaciones de estalagmitas blanquecinas y pisolitas emergiendo del suelo que, por su figura, dieron lugar al nombre de la galería. La galería mide 350 metros de longitud y algunas zonas alcanzan los 35 metros de anchura. Su nombre se debe a las grandes estalagmitas blancas que asemejan fantasmas, en las zonas finales de la galería. Tuvo un gran uso a comienzos del siglo XX como lugar de extracción y almacenaje de mineral por los mineros de la mina La Florida.

Galería Gorda: Es una sala con una laguna subterránea natural y una de las mayores en cuanto a su volumen. Es la primera galería en verse al acceder a El Soplao. El nombre le viene por la impresión de pequeñez causada a uno de los espeleólogos que investigaron las cuevas. Dispone de un sistema de iluminación que resalta el colorido de las formaciones de estalactitas del techo, cubierto de helictitas de calceta.

Galería del Falso Suelo: Pequeña cámara caracterizada las formaciones rocosas en forma de finos hilos que se enroscan por todas partes.

- Galería del Campamento: Es de dimensiones moderadas, con anchuras de hasta 10 metros. El nombre se debe a la instalación de un campamento de investigación durante las primeras incursiones. Destacan las coladas, teñidas de rojo y blanco por los minerales de la zona.

Galería de la Coliflor: Destacan las enormes estalagmitas, muchas veces excéntricas, que se llegan a unir al final con el techo. Pueden apreciarse las huellas de un terremoto que azotó el lugar.

Galería de El Bosque: Galería muy alta que debe su nombre a su semejanza con un bosque natural. Las coladas y la unión de estalactitas y estalagmitas se suceden por doquier, creando grandes y variadas columnas. Al igual que en la Galería de la Coliflor se aprecian huellas de un seísmo.

Galería Génesis: Situada al este. Es una de las más altas, llegando a los 30 metros de altura. Su longitud supera los 160 metros. Destacan los mantos de coladas, las estalagmitas gigantes y los nidos de pisolitas. Su nombre se debe a la cantidad de colores que aparecen en ella, a causa de la variedad de las sales disueltas en el agua.

Existen otras galerías de las cuales son las siguientes: Galería del Puente, Galería de la Sirena, Galería Las Columnas, Galería Gris, Galería del Alud, Galería de la Cabra, Galería Las Maravillas y la Galería Húmeda.

El sitio es bastante recomendable la verdad, si queréis saber más sobre las mismas os dejo el enlace de las cuevas a continuación solo tenéis que pinchar aquí.

Por cierto se me olvidaba, su ubicación la podéis encontrar en las siguientes coordenadas, 43°17′47″N - 4°24′36″O.

Turno ahora de la sesión de fotos desde el mirador, que por cierto desde aquí ninguna foto sale fea, jajajaja, estas son algunas de las fotos que sacamos.




Las vistas son impresionantes desde el mirador.

La moto si o si tenía que salir, tenemos que vacilar de asiento, de esta maravilla de asiento.




Una vez finalizada la sesión fotográfica de rigor en tan espléndido mirador, volvemos a la moto y continuamos el camino, sin apretar mucho a la moto que vamos en reserva y temíamos por quedarnos tirados en mitad de la nada.

Una señal con un par de fotos de nuestra amiga la vaca tudanca.

Estas son algunas de las fotos que sacamos del camino.




En teoría, teníamos que haber accedido a las cuevas por este lado, el camino estaba mejor y no por el otro, así que ya lo sabemos para otra vez, jajajaja. Ahora lo importante era buscar una gasolinera.


Consultamos con el móvil, el tema de la gasolinera más cercana y hacia la derecha de sus pantallas no tenemos nada, y para la izquierda tenemos una pero esta a tomar viento, por lo que teníamos nuestras dudas de si llegaríamos o no a la gasolinera. Como en teoría vamos para la izquierda, nos arriesgamos y cogemos ese camino, ahora si, con la luz de la reserva encendida.

Tras recorrer un par de kilómetros a baja velocidad, por el tema de ahorrar combustible, encontramos un pueblo al fin con una gasolinera, pero como somos unos temerarios continuamos, jajajajaja, que no, que es broma, paramos a repostar.

Lo que si que es cierto es que pasamos por un par de pueblos y nada, sin gasolinera.



Aquí es donde repostamos. El pueblo se llama Puentenansa, tan solo paramos para poner gasolina y poco más, que aún quedaba mucho día por delante y no queríamos que se nos hiciera tarde.


Desde Puentenansa recorrimos una carretera de montaña en muy buen estado, las únicas precauciones que teníamos que tener era en algunos tramos barro y caca de vaca, poco más, jajajaja, ahora que las vistas que teníamos con esas montañas y praderas de color verde eran brutales. Perdonar que insista, pero es que de donde venimos nosotros esta todo seco, predomina el color marrón del desierto, jejejejeje.

Estas son algunas de las fotos que sacamos del camino.







Atravesamos un par de pueblos.


Hasta vimos una iglesia del románico.


Al final de esta carretera, en lo mas bajo del barranco, encontraríamos un nuevo pueblo, en el cual nos desviaríamos hacía la izquierda.


Ponemos rumbo a Potes, la carretera promete, ya vimos algo sobre la misma en Internet y la verdad es que teníamos ganas, el asfalto esta un poco mojado en algunos tramo debido a las lluvias de estos días, pero aún así la disfrutamos.

Bienvenidos al Desfiladero de La Hermida, os contare un poco sobre el mismo. El desfiladero de La Hermida es un conjunto de angostas gargantas del macizo de Ándara que confluyen en la principal, formada por el cauce del río Deva, que discurre entre grandes paredes casi verticales de roca caliza,​ algunas de más de 600 metros de altura. Sus 21 kilómetros de longitud hacen de este desfiladero el más largo de España. Un área de 6350 hectáreas están catalogadas como zona de especial protección para las aves (ZEPA).​ Durante el siglo XIX el desfiladero fue concurrido por viajeros, exploradores, montañeros, escaladores y cazadores británicos que lo tomaban para llegar a Picos de Europa.

Se localiza entre el sector occidental de Cantabria, entre los términos municipales de Lamasón, Cillorigo de Liébana, Peñarrubia y Tresviso, y el municipio asturiano de Peñamellera Baja. Representa el único corredor de entrada desde la costa del Cantábrico a la comarca de Liébana, en Cantabria, al discurrir por él la estrecha carretera N-621. Toma su nombre de La Hermida (Peñarrubia), población cántabra que atraviesa.

Ubicación en 43°15′52″N - 4°37′24″O.

Este desfiladero cuenta con 21 kilómetros de longitud, así que ya os podéis hacer una idea de la cantidad de curvas que tiene, desconozco el tiempo que tardamos en recorrerlo, pero lo que si que os digo es que si venís por esta zona con la moto, no dudéis en pasar por aquí, es una autentica maravilla, se nota que el ingeniero de caminos que hizo esta carretera le gustaban las motos, jajajajaja. Os dejamos con lagunas de las mejores fotos que sacamos de este desfiladero. 







Bueno se me olvido decir que la noche de antes a realizar esta ruta, vimos por las noticias que debido a las fuertes lluvias de esos días, había habido un desprendimiento de grandes piedras, las cuales cortaron la carretera, por lo que no sabíamos si podríamos llegar a Potes o no, por lo que nos pusimos en contacto con la Guardia Civil, concretamente con el Destacamento de Tráfico de Santander, para ver el estado de la carretera, indicándonos que ya se encontraba abierta, por eso vinimos, el corte se produjo el pasado 4 de noviembre creo recordar y nosotros pasábamos por esta carretera el 6 del mismo mes.

Estos son algunas de las noticias publicadas en prensa sobre el corte de la carretera:

Vamos que unas cuantas podemos encontrar por Internet, en fin. Una vez recorrido el desfiladero, llegamos a la localidad de Potes, donde pararíamos mas detenidamente para hacer un poco de turismo por la zona.

Potes esta considerado uno de los pueblos más bonitos de España y no es para menos.

Os hago un poco de spoiler, Funte Dé, para después, jajajajaja.

Tras aparcar la moto en las inmediaciones de esta iglesia, en un parking habilitado para tal efecto, nos damos una vuelta a pie por el pueblo, el cual no tiene desperdicio ninguno.

Primero hicimos algo de turismo por la localidad, mientras hacíamos ganas de comer, ya que aun no era la hora, entramos en un par de tiendas de la zona, donde compramos algún que otro souvenir.

Cuando llegó la hora de comer, nos fuimos a un restaurante muy peculiar, más tarde os diré el nombre del mismo. En principio teníamos otra opción, la cual no recuerdo ahora, me refiero al restaurante donde comer, lo que si que recuerdo es que se encontraba cerrado, Lolo me lo recomendó, pero al final nada, por lo que nos decantamos por la segunda opción y no, nos equivocamos, como dije antes un sitio peculiar con una decoración muy guapa, unas vistas inmejorables y una cocina espectacular. Estas son las vistas desde nuestra mesa.

Para comer pedimos un revuelto de hongos (Boletus Edulis) con queso de la zona, el cual estaba muy bueno y una sopa de cocido para entrar en calor.

Como plato principal y en contra de lo que mi dietista y nutricionista me dice, un pedazo de cocido lebaniego que se te saltan las lágrimas de lo bueno que estaba.


El nombre del restaurante, El Cenador del Capitán, su web por si le queréis echar un vistazo a la carta, reservar etcétera es http://www.elcenadordelcapitan.com

La verdad es que el nombre me viene al pelo, jajajajajaja.

Tras habernos puesto hasta las botas y tener la barriga a punto de explotar, decidimos dar una vuelta a pie por el pueblo para bajar la comida, así disfrutaríamos de las bonitas vistas que Potes nos brindaba.

En este lugar como no podía ser menos, una de selfie.

Si o si, teníamos que bajar al río, ya me conocéis, jajajajaja.


Recorriendo el sendero que transcurre paralelo al río, llegamos a este lugar donde sacamos una foto espectacular, lugar donde se unen el río Deva (a la derecha de sus pantallas) y el río Quiviesa (a la izquierda de sus pantallas).


Ya estamos de nuevo por las calles del pueblo, donde no desaprovechamos la oportunidad de sacar una foto en este icono.



Se me olvidaba contaros un poco sobre la ciudad. Este municipio es uno de los más atractivos de Cantabria gracias a sus particularidades geográficas. Potes es un territorio llano rodeado de montañas donde desarrollaron sus luchas medievales las poderosas casas de los Mendoza y los Manrique. 

La población de Potes, capital del pequeño municipio, está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa. Rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca, la villa nos descubre a cada paso su rica historia. Aparece mencionada documentalmente desde mediados del siglo IX y desde los años finales del medievo estuvo vinculada a la Casa del Marqués de Santillana, primero, y a la del Infantado, después.

Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.

El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.

Sin duda uno de los aspectos más relevantes de Potes y de toda la comarca es el gastronómico. La villa cuenta con un buen número de restaurantes de todos los estilos y categorías en los que se puede degustar gran variedad de platos. El cocido lebaniego es una de sus estrellas culinarias, a base de los garbanzos típicos de la zona (pequeños y tiernos), cecina o carne, berza y relleno.

Las carnes son también de primera calidad en Potes, ya que nos encontramos en una zona eminentemente ganadera. Gozan asimismo de merecida fama los platos de caza mayor (jabalí y corzo) y los pescados de río como las truchas y los salmones del Deva. Los quesos artesanos son otro de los bocados más exquisitos de la zona junto con los postres caseros, como los frisuelos, el arroz con leche, los canónigos y los típicos sequillos de Potes.

Mención aparte y destacada merecen los famosos licores de elaboración artesanal, el orujo (cuya fiesta se celebra segundo fin de semana de noviembre) y el tostadillo. En torno al orujo se ha llegado a consolidar una fiesta muy popular, que se celebra anualmente en el mes de octubre con el fin de promocionar un producto que se fabrica en alquitaras con la cosecha de las numerosas viñas de la zona. Este popular licor es el complemento ideal para otra de las bebidas propias de la comarca lebaniega, el té del puerto.

Todos los productos gastronómicos típicos podemos encontrarlos reunidos en el tradicional el mercado que se celebra todos los lunes en la Plaza de Potes. Se trata de un mercado de hondas raíces históricas, punto de encuentro tradicional donde los lebaniegos intercambiaban sus productos agrícolas.

El municipio celebra sus fiestas patronales por San Vicente Mártir, el 22 de enero. El 15 de agosto festeja a la Virgen de Valmayor, pero los festejos más populares y arraigados en la villa son los de la Santísima Cruz, el 14 de septiembre y los días próximos.

Nos encontramos en tierra de ganado y por tanto de ferias ganaderas. Seis son las citas fundamentales a lo largo del año para la compra y venta de animales: 11 de enero, 1 de marzo, 1 de mayo, 29 de junio (San Pedro), 16 de septiembre y 2 de noviembre (Los Santos). Ésta última destaca por ser una de las más importantes y concurridas de toda Cantabria.

Potes y su comarca ofrecen todo tipo de alternativas de ocio, tanto culturales como deportivas y naturales. Brinda al visitante todo tipo de facilidades para la práctica de actividades como el senderismo, la bicicleta de montaña, turismo ecuestre, escalada, esquí de travesía, parapente, caza, pesca, ..., y otras muchas que sería demasiado extenso enumerar.

Ubicación en 43°09′13″N - 4°37′24″O.

Volvemos nuevamente a la moto, tras haber andado un buen rato por el pueblo. Nos dirigimos ahora a Fuente Dé.

Al llegar a Fuente Dé, aparcamos la moto en las inmediaciones del teleférico, ya mismo se haría de noche, por lo que aprovechamos al máximo el estar allí. Sacamos la entrada para subir a lo mas alto, y bueno decir que existen dos opciones, sacar la ida y vuelta que es lo que nosotros hicimos o bien, sacar solamente una de las dos, ya que con buen tiempo, mucha gente sube o baja andando por un sendero el cual tiene muy buena pinta, nosotros como ya dije antes sacamos ida y vuelta, con un precio de 17 euros por persona.

Mientras esperábamos la hora para subir, no dejábamos de mirar para arriba, había mucha niebla y se veían las cumbres nevadas, por lo que nos dio que pensar un poco, ya que no íbamos preparados para pasar un día en la nieve, si no que íbamos con ropa de moto, jejejeje.

Ubicación en 43°08′44″N - 4°48′36″O.

Este sería nuestro transporte hasta la cima.


Nos avisan por megafonía, hora de ir subiendo, como curiosidad decir que el teleférico de Fuente Dé salva un desnivel de 753 metros, situándonos a 1.823 metros de altitud en tan solo 4 minutos aproximadamente, a una velocidad de 10 m/s, y lo mejor de todo, las vistas que tenemos mientras subimos.



Al llegar a la cima y salir del complejo, este es el panorama, todo cubierto por la nieve, con aproximadamente entre unos 20 y 30 cm de nieve.

Me encanta, por primera vez pisamos la nieve este año.

Hacemos una pequeña ruta por la zona, eso si, sin despistarnos mucho, que tampoco teníamos mucho tiempo para estar por aquí y tampoco íbamos muy preparados que digamos, lo justo para hacer un par de fotos de la zona.



Algunos no sacaron ni las manos de los bolsillos, jajajajaja.

Al poco rato de estar arriba, comenzó a nevar por lo que bajamos, yo lo quería hacer por una de los senderos que existen en la zona, pero no era plan, jajajajajaja, es broma, lo hicimos por donde subimos.

Calculando la ruta de vuelta a casa. Os he dicho ya lo guapo que esta el asiento de la moto??? jajaja.

Y pensar que hace un rato estábamos en lo mas alto.


En Fuente Dé, nos comenzó a caer aguanieve, por lo que la vuelta a casa sería por el camino más corto y rápido posible, a medida que bajábamos de altitud, la nieve empezó a convertirse en lluvia y bastante fría por cierto. Hicimos una parada en Potes para ver un par de tiendas que nos quedaron por ver y continuamos el camino.

La verdad es que la bajada fue algo lenta, ya que entre la lluvia y un pastor con sus vacas que iban circulando por mitad de la carretera no veas, un trayecto de apenas un par de minutos, se convirtió en una hora de camino, por lo que se nos hizo de noche y eso que iba la Guardia Civil, con los rotatorios (luces luminosas del puente) puestos señalizando el camino, que si no aún estamos por allí dando vueltas, jajajaja.

Hasta el perro pastor nos iba advirtiendo por el camino.

Tras dar una última vuelta por Potes, volvemos a la moto y a la lluvia, la cual nos acompañaría durante todo el camino hasta casa. Cogimos la misma carretera por la que vinimos a parar a esta zona, la N-621, pasando nuevamente por el Desfiladero de La Hermida, un buen tramo lo hicimos por Asturias, cosa que no sabíamos y en primera instancia pensábamos que nos habíamos equivocado por culpa del GPS, jajajajaja, una vez llegados a la localidad de Unquera, cogimos la A-8, la cual ya no soltaríamos hasta Santander, y de igual forma, todo el camino lloviendo, por lo que nos hartamos de agua.

Al llegar a casa, dejamos la moto en el parking, bajamos todas las cosas que llevábamos en las maletas, una ducha de agua caliente, una cena en la habitación y a planear la ruta del día siguiente, el cual sería nuestro último día por estas tierras.

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de vuestro agrado, nos vemos en breve.

PARA VER LA SIGUIENTE CRÓNICA DE ESTE VIAJE, PINCHAR EN EL SIGUIENTE ENLACE.

PROXIMAMENTE 

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Ahora si, damos por concluida esta crónica, espero que os guste y recordar, que la fuerza os acompañe, mis queridos padawans.

Todas las fotos fueron realizadas con:
- GoPro Hero7 Black.
- Xiaomi Pocophone F1.
- Nikon Coolpix S2500.

Pd: por menos de 300 kilómetros, no saco la moto, jajajaja.

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